Hola, soy Héctor. A los que ya me conocéis os diré que hoy cumplo una semanita de vida; han sido siete días verdaderamente interesantes tanto para mí como para mis padres...
Los tres primeros días con sus tres noches fueron agotadores. No dormía nada y tampoco dejaba dormir a mis padres porque la leche de mi mamá todavía parecía agua y porque en realidad extrañaba mucho mi nueva casa. Además, no olvidéis que me pasé nueve meses arrulladito y calentito en el útero de mi mamá; y la verdad, todo este nuevo mundo extrauterino me ha parecido, en principio, de lo más inhóspito aunque ya me voy acostumbrando.
El viernes, mis papás me llevaron al Parc de Vallparadís y pude sentir en mis ojitos y sobre mi piel, la brillante y cálida sensación de este sol de primavera del que empezamos a disfrutar.
El sábado y el domingo me gustaron mucho, porque vinieron a visitarme mis abuelitos paternos, mis tíos-abuelos de Verdún, mis primos de Mataró, y mi tía Mari. Esto fue el primer día. El domingo, en cambio, me visitaron mis abuelitos maternos y unos amigos muy simpáticos de mis papás, que son de Esplugues de Llobregat, y que venían acompañados por sus dos hijitos, pequeñines como yo, Rubén y Eric.
Hoy lunes, he ido con mis papás al Centro de Asistencia Primaria para que me hicieran una primera revisión pediátrica, y la verdad, todo ha ido muy bien; incluso la enfermera que me atendió me ha dicho que he engordado unos doscientos gramos.
Para acabar, quiero agradecer a mis papás la paciencia y dedicación que han tenido conmigo a lo largo de toda esta semana. Decirles que ya me voy adaptando a la nueva vida y que tengan claro que cuando lloro es por algo, porque tengo hambre, porque tengo caquita o pipí, o porque quiero gozar de la compañía y calor humano de mis progenitores. Me queda claro que me quieren muchísimo porque me atienden enseguida y porque con mi llegada al mundo, su ritmo habitual de vida se ha visto alterado sobremanera, y aun así, ellos están contentos y se siguen sacrificando por mí. ¡Muchas gracias papás!
8 comentarios :
Bonita cronica, si señor !!!!
.- Pues esperate Hector, que todavía no se acaban las visitas porque cuando empiecen a venir toda la familia por parte de tu papá yo creo que no te van a quedar alientos ni para llorar porque vas a quedar agotadísimo.
¡¡Uno dirá yo lo quiero coger, otro no me toca a mi y así quedarás rendidíto!!!!
Un besito Hector.
Hola Héctor, sigue así, lleno de vitalidad jeje.
Un abrazo
Sin duda alguna una semana muy intensa. Bienvenido ;).
Felicidades por esa maravilla!!! ojalá los niños viniesen con libro de instrucciónes, los pobre a veces tienen que pagar la inexperiencia e incomprensión de padres primerizos.
que lo disfruteis con salud.
saludos
.-IGNIGO: Creo que aún será más bonita el día que mi hijo pueda leerla.
.-LOL@: Pues a ver cuándo venís, tía.
.-CHIRIVEQUE: Gracias, Chiriveque, encantado de conocerte ahora que empiezo en esto de los blogs...
.-TEMPLARIO: Mucho, gracias.
.-MARÍA JOSÉ: No vienen con libro de instrucciones; aunque creo que lo mejor para tratarlos adecuadamente son estas tres cosas:
.-1ª)MUCHO AMOR.
.-2ª)ALGO DE PACIENCIA.
.-3ª)SENTIDO COMÚN.
.-Gracias a todos.
¡Qué lindo relato! Tomo nota de tus consejos sobre cómo enfrentar la llegada de un primer hijo, por si algún día me llega el turno de hacerlo: amor, paciencia y sentido común. Por lo que cuenta Héctor, está recibiendo una atención de primera.
Que todo siga bien por allá.
Saludos, ya desde Buenos Aires.
Que preciosidad!!!!.
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