07 marzo 2013

¿Por qué no preparar Cous-Cous...?

Es muy nutritivo, saciante, sano y sabroso.

Siempre que hablo de comidas del mundo, no puedo dejar de pensar que son pinceladas identificatorias de la gastronomía propia de un país o región; y por ello, una de las muestras más auténticas de la cultura de un pueblo.


España tiene como vecino del sur a Marruecos y la separación geográfica de ambos países es de unos 14 kilómetros de Estrecho de Gibraltar. Sin embargo, nosotros los españoles vivimos obsesionados con identificarnos con Europa y el mundo occidental sin darnos cuenta que a muy poca distancia de las costas de Cádiz no sólo se abre la puerta de un rico país en todos los sentidos y muy especialmente en el culinario; sino también la entrada a toda una civilización importante en nuestro mundo como es el Islam.

Hace ya unos meses quise derribar fronteras mentales con esa cultura gastronómica halal y probar un alimento muy propio de esas latitudes como es el Cous-Cous. Por mi experiencia me atrevería a decir que para el Magreb el Cous-Cous es en alimentación lo que para España es el arroz. Es decir un plato básico muy versátil que teniendo como base la sémola de trigo, se puede cocinar y combinar con multitud de alimentos como la carne, el pescado o las verduras.

Desde entonces me he hecho un aficionado incondicional del Cous-Cous y lo cocino habitualmente de muchas maneras. Una que me gusta mucho es con verduras: cogemos una sartén, echamos un buen chorro de aceite y hacemos un sofrito con un tomate maduro de ensalada, medio pimiento rojo, un calabacín, una zanahoria, media cebolla y media berenjena. Mientras, en un cazo, ponemos al fuego una medida de caldo de verduras por la misma medida que vayamos a emplear de sémola de trigo.

Cuando el caldo rompa a hervir y justo en ese preciso momento, se retira el cazo del fuego y se le añade la sémola, dejándola reposar un rato para que absorba bien el líquido y se cocine. Después le añadimos un buen chorreón de aceite para que la sémola quede más suelta y sabrosa. Finalmente, mezclamos el sofrito con la sémola y ya tenemos un estupendo plato de "Cous-Cous a las verduras". Se puede aliñar con pimienta, perejil, y zumo de naranja.

Y recordad, abrid vuestras mentes, ya que conocer es amar.