25 enero 2018

Fin de Semana de Esquí en Viella

Planifiqué varias rutas que no pude completar por la climatología adversa

Era el día diecinueve de enero de dos mil dieciocho. Había planificado una escapada de esquí a la estación de Baqueira-Beret y me iba a alojar, como ya había hechos otras veces, en los apartamentos "La Vall Blanca" de Viella.

El viaje desde Terrassa lo hice muy placenteramente. Tenía casi trescientos kilómetros por delante y casi cuatro horas de viaje. Siempre que voy a esquiar al Valle de Arán, amenizo el recorrido escuchando música de un disco de éxitos de los años noventa, y también hago un par o tres de paradas para orinar y descansar la atención de la conducción.

Llego bien a Viella sin ninguna otra circunstancia digna de ser explicada. Me asignaron en recepción del aparthotel la habitación número 201, que da a la entrada principal del edificio, y que me dio la sensación de que ya había estado en ella en alguna otra ocasión.

No puedo deshacer mi equipaje ni instalarme, a pesar de que ya son las dos de la tarde; ya que la recepcionista me dice que la entrada a las habitaciones es a partir de las cuatro para que así dé tiempo al personal para limpiarlas y prepararlas. Aprovecho esta circunstancia para darme un paseo por Viella, haciendo tiempo hasta la hora de comer. Entro en la Iglesia de Sant Miquèu y rezo y reflexiono un rato.

Aquella vez decidí comer en el bar-restaurante "Era Plaça". Ya lo conocía de otras veces; comí unos macarrones a la boloñesa, una pizza mejicana, y una copa de nata con nueces y miel como postre.

Por fin me instalo en la habitación y entonces vuelvo a tener la impresión de que ya había estado antes alojado allí. Después me doy otra vuelta por el Pas d´Arró y compro un perfume y unos cochecitos de juguete; como regalos para mi mujer e hijo ya que en esos precisos momentos me acuerdo mucho de ellos y los añoro sobremanera.

El sábado veinte, me levanto a las siete de la mañana y desayuno en el comedor del hotel porque había contratado ese servicio previamente. Llama mi atención que todo había cambiado bastante desde la última vez: la señora que te hacía unos huevos fritos con beicon o una tortilla ya no estaba, no había nadie desayunando en el comedor, y el bufet con alimentos no estaba dispuesto. Comenté con la recepcionista estos cambios y me respondió que hace ya tiempo había cambiado la dirección de los apartamentos y también todo el personal.

Subí a la estación de esquí y aparqué en el Pla de Beret como hago siempre. El día estaba muy nublado y había muy poca gente para esquiar. Sin embargo, me dirijo ilusionado a la taquilla para comprar el forfait por 51,50 € y empiezo a hacer las primeras bajadas por la zona de Cloth der Ós. Había planificado para ese día una ruta que iba desde la zona de Beret hasta la de la Bonaigua, pasando por Baqueira y finalizando en el área de la Peulla. No lo conseguí y me tuve que dar la vuelta en lo alto del telesilla de Argulls cuando un empleado de pistas me comunicó que debía volver a la zona más cercana a donde tenía aparcado mi coche porque se estaban cerrando remontes debido al fuerte viento en algunos sectores.

El día veintiuno amaneció con una intensa lluvia y decidí no subir a esquiar: hacerlo lloviendo es muy desagradable y la nieve se pone muy pastosa. Por eso, ese día lo dediqué a leer, a comprar algo de comida para cocinar, y a darme una postrera vuelta por Viella. Esto último pude hacerlo después de que, sobre las cinco de la tarde, la intensa lluvia cesase; quería recordar viejos tiempos.

Y llegó el lunes: era el día de vuelta y sorprendentemente el cielo resplandecía azul y claro después de tanta borrasca. Pienso entonces que si estuviera jubilado me quedaría un par de días más; pero tengo que volver y atender a mi familia y mi trabajo. Echo gasoil en la gasolinera que hay en la salida de la población, en la misma carretera que se dirige al túnel, y ya me vienen pensamientos de otra futura excursión a este rincón pirenaico que tan bien me hace sentir. Mi conciencia me está diciendo que tengo que volver en cuanto pueda a completar esa ruta hasta la Bonaigua y además reconocer los sectores de Costarjás y Dossau.

Conduzco hasta mi casa; me concentro en la carretera, en el coche, en la música, en mis pensamientos... Cuando me doy cuenta, aparezco en el parking familiar: he vuelto a la cotidiana realidad.

Consideraciones técnicas de esquí por la práctica propia:

Resumen mnemotécnico (E.H.A.Lev.)

Esquíes: se refiere a llevar los esquíes juntos para cantear mejor con ambos.

Hombros: se refiere a llevar el hombro del monte más alto que el del valle; o lo que es lo mismo, el interno a la curva más alto que el externo a la curva.

Actitud: siempre se desglosará en mirar bien hacia adelante, seguir la línea de caída, y focalizar la atención cinestésica en los pies.

Levantar: se refiere a levantar las piernas, extensión de las mismas, ya que bien de pie se gira fácilmente.