30 enero 2016

Canteo del esquí interior

Olvidamos su relevancia a menudo

Hace seis años que empecé a esquiar y me acuerdo que en las primeras bajadas con algo de velocidad, en la zona de debutantes de la estación de Port del Comte, ya notaba un gran control de mi trayectoria a la vez que recobraba ipso facto la sensación de seguridad en aquellas inexpertas primeras bajadas, cuando clavaba más el canto interno del esquí del monte.

Es cierto que las fuerzas principales deben recaer sobre el esquí externo, el del valle o dominante; y también lo es que cuando esquiamos y perdemos la concentración, cargando nuestro centro de masa corporal sobre el esquí interno, lo más seguro es que nos desequilibremos y vayamos repentinamente al suelo nevado.

Pero esto no impide que cuando hemos alcanzado un cierto nivel de habilidad esquiando y lo hacemos más veloz, fluida y rítmicamente; notemos que, (juntando más el esquí del monte al del valle, clavando más el canto interno del primero doblando el tobillo hacia dentro, toda vez que adelantamos más la espátula del esquí interior), esquiamos más controlada y eficientemente.

He recobrado este importante concepto del canteo del esquí interno en las jornadas de esquí realizadas el mes de enero de dos mil dieciséis en compañía de mi colega Ynry, en la estación aranesa de Baqueira-Beret.