21 agosto 2014

Bretaña, vacaciones diferentes

Una región con una marcada personalidad

Después de adquirir alguna experiencia durante meses en el mundo del camping y el caravaning; este verano del 2014 decidimos ir a un rincón francés con una idiosincrasia muy particular: la Bretaña francesa. Territorio metropolitano galo ubicado al noroeste del país vecino y que no formó parte del estado francés hasta bien entrado el siglo XVI.
 
Hemos atravesado Francia entera de sureste a noroeste: un total de 1235 kilómetros desde Terrassa a la Plage de Kervel. Trayecto realizado en dos etapas habiendo pernoctado en la localidad de Saintes, a 124 kms. al norte de Burdeos. Hemos visto por todo el camino ciudades tan interesantes como Carcassonne, Toulouse, Burdeos, Nantes, Quimper, etc.
 
El camping estaba muy bien: "Domaine de Kervel". A poco menos de un kilómetro de la playa de Kervel y cuyo terreno estaba envuelto por multitud de plantaciones de maíz y cereales. La parcela asignada también estaba muy bien ya que era amplia y rinconera, toda vez que el suelo era blando y herboso.
 
Si el entorno era agradable, no menos lo eran los vecinos de acampada; hasta el punto de haber entablado amistad con un conductor de autobuses de Brest llamado Pierrot quien pasaba sus vacaciones estivales junto a su hija de nueve años, Cécile. Las veladas de largas conversaciones compartiendo tragos de sidra y ron de las Antillas francesas hicieron la estancia única e inolvidable.
 
Fueron veintitrés días de permanencia en territorio bretón, visitando algo de la vecina región normanda, en los que visitamos lugares como Saint-Malo, el Monte Saint-Michel, Pointe du Raz, Audierne, Brest, Quimper, Douarnenez y Châteaulin. En este último pueblo asistimos casualmente a un concierto de música céltica para arpa y violín, que se ofrecía en la Iglesia de Nôtre Dame de Châteaulin. Tampoco se nos olvidan las exquisiteces gastronómicas como la sidra bretona, el kouign amann y el far bretón.
 
Me despido de Bretaña hasta la próxima vez con el lema en bretón: "Ar marv kent ar c'housi", que quiere decir "antes la muerte que el deshonor".