¿Por qué tu jefe no te deja hablar?

¿Te has hecho alguna vez la pregunta de por qué tu jefe no te deja hablar; quiere tener la razón y el conocimiento de todo a toda costa; y está obsesionado con monopolizar el 100% de la conversación que los dos mantenéis...?

Es verdad, casi todos nuestros jefes hablan y hablan sin parar; da igual si lo que hablan es del trabajo, de sus vidas privadas, o de las vidas ajenas; y además, hacen cual equipo de fútbol campeón, y hacen de la posesión de la palabra el equivalente a la tenencia del balón en el deporte rey, y no te dejan ni olerlo.

Desde un punto de vista práctico, teniendo en cuenta la teoría anterior de la posesión de la palabra la mayoría del tiempo, y aquella otra que dice que "la palabra es el arma más poderosa"; podríamos aseverar que, aplicando estas técnicas, nuestros jefes practican su jefatura dictatorial y egocéntricamente, sin tener en cuenta para nada la personalidad y lo que puedan pensar u opinar sus subordinados.

Pero esta concepción de la jefatura y del liderazgo está anticuada y huele a rancio; los subordinados de hoy en día ya no son simples jornaleros ignorantes y manipulables, que obedecen sin cuestionar ni reflexionar nada acerca de aquello sobre lo que se les ha dado instrucciones. Los trabajadores de hoy en día, han estudiado, han leído; a veces, incluso están más y mejor preparados que sus propios jefes.

Psicológicamente, yo afirmo que esta concepción de la jefatura responde a un gran fracaso personal y profesional del jefe en cuestión, que no acepta de ninguna manera que alguien, teóricamente por debajo de él en la jerarquía de su empresa u organización, pueda decidir conjuntamente sobre la forma de ejecutar los trabajos o servicios.

Yo les digo a todos, ¡abandonad vuestra forma de mandar! ¡dejad ya de ser tan reaccionarios y de manteneros en la poltrona del privilegio, sin hacer otro trabajo que exhibir vuestros galones y vivir a lo grande! Sabed, que las nuevas teorías del liderazgo, las más actuales, apuntan ya a la empatía, a escuchar y escuchar mucho más, a dejar participar a todos y cada uno de los integrantes de vuestra empresa o colectivo en la organización del trabajo, para que así el poder sea, ya de una vez por todas, ejercido democráticamente.

Vuestros jefes, ¿cómo son? ¿os dejan hablar y participar en la organización del trabajo? ¿tienen en cuenta vuestras opiniones? Si queréis participar y opinar al respecto, bien podéis escribir un post relacionado con este tema en vuestros blogs respectivos, bien podéis comentar en este mismo post. Gracias por vuestra colaboración de todos modos, tanto por opinar como por leer este artículo.