31 mayo 2006

El Código Da Vinci, dos reflexiones.


Portada del Código Da Vinci       He de deciros que me he leido el famoso libro y que también he visto la película del Código Da Vinci estrenada en la gran pantalla el pasado día diecinueve de mayo. Me han gustado tanto la versión literaria como la cinematográfica.

     Se ha levantado una gran polvareda en relación al que ya se le puede llamar "fenómeno Código Da Vinci". ¿Y por qué pienso esto? Pues, primero, porque este libro está consiguiendo unas cotas de venta insospechadas por muchas editoriales y, segundo, porque trata de un tema tan humano, pero no por ello menos desconocido, como el de la religión cristiana y católica.

     Lo que más me ha llamado la atención entorno a esta creación del escritor Dan Brown es la cantidad de detractores que le han salido por doquier; por un lado la Iglesia Católica con el Opus Dei como su principal baluarte y, por otro, un inmenso número de editoriales e intelectuales escritores que se han echado las manos a la cabeza ante el enorme éxito del libro y, ya veremos, el de la película... Y digo yo, ¿no será que los primeros ven amenazada su imagen y los pilares de sus organizaciones; y que los segundos se mueren de envidia ante tanto éxito por un libro que desde el punto de vista literario e intelectual deja, según mi opinión, mucho que desear?

     La verdad es que el libro en sí no hace acopio de riqueza literaria ni lingüística; ni siquiera en lo que se refiere al contenido se podría afirmar que es un libro serio ya que carece de elementales conocimientos históricos y religiosos. Pero entonces, ¿dónde leches radica su éxito? Pues creo que en una trama policíaca muy actual y muy bien urdida por su autor y tratando siempre como tema principal de su argumento una cuestión que levanta ampollas como es la figura humana de Cristo y su pretendida descendencia a lo largo de los siglos y todo ello envuelto insistentemente en un ambiente de misterio y simbolismo que no hace otra cosa que mantener viva la llama de su interés.

     A mí me gustaría, al margen de apreciaciones eruditas y entendidas, plantear ahora un par de reflexiones respecto al Código Da Vinci desde un punto de vista laico y de la lógica. Una de ellas, a favor y la otra, en contra.

     ¿Que el libro da por verdadero el hecho de que Jesucristo estuvo casado con una mujer con la que tuvo familia y que esta mujer es María Magdalena? Pues yo, desde lo que no sé e históricamente hablando, no tengo nada que decir en contra, pues es bien sabido que Jesús era judío y que como tal podría estar perfectamente casado ya que en el mundo judío antiguo estaba muy mal visto ser varón joven y no tener esposa. Esto explicaría la posterior "divinización" de la Iglesia estirpando las características humanas como lo son el que tuviera compañera sentimental y que después tuviera descendencia.

     ¿Que Dan Brown apuesta por una descendencia real -el Sang Real- que se ha perpetuado en secreto a lo largo de los siglos y que ha sido protegida por la organización del Priorato de Sión hasta nuestros días? Pues oye, la verdad es que me parece una patraña ya que sino observad y comprobad, aún sin saber nada de historia de la Iglesia, lo que os voy a decir. Si tenemos en cuenta que una persona tiene dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos, dieciséis tatarabuelos y así subsiguientemente; y si esta progresión la llevamos hasta los días de Cristo ¡allá por el año cero de nuestra era...! Pues imaginaros la cantidad exorbitante de familias y descendientes que tendría la pareja inicial de Jesús y María Magdalena. Esta reflexión es igualmente válida hacia el futuro con lo cual tenemos que un inidividuo es fruto de millones de ascendientes y a su vez da lugar a millones de descendientes. Por ello podríamos afirmar que todos tenemos sangre real y que todos llevamos un poquito de Jesucristo y María Magdalena en nuestra sangre genética. Del mismo modo que se puede afirmar que todos los seres humanos de este planeta son familia genética pues provienen de un grupo reducido de hombres y mujeres que salieron hace millones de años del Valle del Rift en el Africa Oriental a la conquista y exploración del orbe terráqueo.

     Y ya para finalizar -que no os quiero cansar con tanta diatriba-, os recomendaría que, por lo menos, vayáis a ver la película o leáis el libro del Código Da Vinci ya que os entretendrá y aunque no tengáis muchas inquietudes intelectuales, os hará pensar y reflexionar toda vez que os puede introducir, casi sin querer, en el fascinante mundo de la lectura.
     Ah, se me olvidaba. Y así podréis opinar al respecto con conocimiento de causa.

     -Por Andybel-

1 comentario :

Anónimo dijo...

En el libro "La Catedral del Mar" el autor mezcla hechos históricos con ficción de manera magistral. Al final, como buen escritor y respetuoso con sus lectores, hace una nota de autor explicando claramente que pasajes del libro o que personajes son reales y cuales no. Si esto lo hubiese hecho Dan Brown muchos de sus detractores se quedarían sin argumentos y el libro no estaría envuelto en tanta polémica. Claro que entonces el libro no tendría tanta repecusión... ¿Buscó Dan Brown la controversia adrede? ¿Puso datos erróneos a propósito para crear más confusión? ¿Aún a costa de parecer un escritor indocumentado o ignorante?
Yo creo que sí.

Nando