22 abril 2010

Masticar bien

Si te tomas tu tiempo, harás mejor la digestión

Masticar bien
El otro día os comentaba que cuando comíamos en solitario, solíamos masticar más rápido, engullendo atropelladamente la comida. Pues a raíz de escribir ese post, he sido más consciente de mi forma de masticar los alimentos y así he llegado a la conclusión de que prácticamente mascaba de tres a cuatro veces aquellos alimentos que por sus características de dureza y consistencia, necesitaban de muchas más mascadas.

También, esa mayor conciencia, me ha hecho reflexionar sobre una cuestión importante acerca de la digestión: si no masticaba lo suficiente, introducía grandes trozos sólidos y prácticamente secos en dirección a mi estómago e intestinos, y eso hacía que una cantidad desproporcionada de ácidos y fluidos gástricos tuvieran que actuar para digerir todo aquel bolo alimenticio aún no suficientemente reblandecido. El resultado final de esa forma de comer sin masticar bien, pues ya os lo podéis imaginar: acidez, reflujo gástrico, pesadez de estómago, y a la larga, una buena gastritis o úlcera.

Así que, poniendo en práctica estos conocimientos, me armé de paciencia y me dispuse a masticar más veces en cada una de las comidas que hacía a lo largo del día. He calculado que, dependiendo de la dureza del alimento en cuestión, hacen falta más o menos, alrededor de unas sesenta o setenta mascadas para hacerlo correctamente en cada bocado; y descubierto que además, masticando mejor, se consigue insalivar mucho más la comida, con los beneficios que ello tiene para la ulterior digestión en el estómago y en el intestino. También ayuda mucho el respirar bien mientras se mastica, ya que de lo contrario, aparece una necesidad imperiosa de tragar lo antes posible para poder inspirar. Practicando estas técnicas ya he dejado atrás todos los síntomas insanos de las malas digestiones.

Incluso, puestos a leer sobre el tema, me ha hecho mucha gracia descubrir que existe un aparato, llamado "masticómetro", que calcula las veces que abrimos y cerramos las mandíbulas, apretando los dientes, para conocer si lo hacemos bien o mal, ya que fija en 2000 mascadas la frecuencia masticatoria ideal para digerir bien una comida.

Está claro que en la costumbre de no masticar bien influye notoriamente el modo apresurado de vivir que tenemos; y que deberíamos emplear en cada comida del día que hacemos, un mínimo de tiempo de tres cuartos de hora.

¿Os habiáis fijado alguna vez en cuánto y cómo masticáis? ¿sóis conscientes del tiempo que empleáis para comer cada día? Yo creo que si practicáis lo que aquí os digo, os sentiréis mucho mejor en vuestras digestiones, y que incluso adelgazariáis sin tener en cuenta el tipo de alimento ingerido.

Ah, no os lo había dicho: no os olvidéis de que la digestión empieza en vuestra boca.

9 comentarios :

lol@ dijo...

.- Mira, me parece interesantísimo tu entrada de lo de masticar bien, pero con el estrés en que vivimos como tu bien sabes en las grandes Ciudades y si eres nervioso, como es mi caso... es que deboras rápidamente y no te pones a pensar en las veces que has masticado.

Si que es importante y mucho, pero este consejo a mi casi no me vale, no es que me niegue a hacerlo es que me sería imposible.

¿Tu te imaginas un día de esos que vas a tope de faena? Pues por eso te digo que no podría hacerlo, además tu dirás..
¡Tía si tu está jubilada!Si, ahí voy yo que es cuando mas agobiados vamos, si no es por uno es por otro y tampoco hemos dejado el trabajo que hacíamos y siempre estamos liados.

Un saludo
"A practicar esa masticación"

Andybel dijo...

.-LOL@: Sí, es verdad, tienes razón. Lo que yo digo en el post sería lo ideal en una situación de tranquilidad exenta totalmente de estrés.

.-Además, si te fijas un poco, verás que este post lo he escrito justo después de las vacaciones de Semana Santa, en la que me he relajado un montón, y entonces he sido capaz de ser consciente de la masticación y de cómo la ejecutaba.

.-Está clarísimo que si vas agobiada y tienes prisa para hacer las cosas de casa; entonces, pues eso, a engulli como los pavos de la tía Micaela, y a sumar más y más kilitos...je, je.

.-Saludos y gracias por tu aportación al post de hoy "Masticar bien".

lol@ dijo...

.- Me ha hecho mucha gracia lo de la Tía Mikaela, no se yo.... algo me suena a mi en boca de tu madre.

Que tenia mas hambre, que los pollos de la Tía Mikaela y se comieron la vía a picotazos jau ja. Buenísimo.

El rincón de Chiriveque dijo...

Hola amigo, pues yo soy bastante lento comiendo, llegando a desesperar a la gente, pero es verdad que como algo más rápido si estoy solo. En fin, tu entrada impagable y para reflexionar. Un abrazo.

Andybel dijo...

.-LOL@: Es verdad, es una frase de mi madre, que la dice mucho.

.-SALVADOR: No, si ya se te ve, que digieres bien, ya que no acumulas tripa ni nada parecido.

.-Me alegra que te haga reflexionar mi entrada de hoy sobre "Masticar bien".

.-Saludos.

Ignigo dijo...

Pues la verdad, y auqnue sé de sobra que es malo, tengo que reconocer que yo soy de los que come muy pero que muy rápido.

Nunca me he puesto a contar cuantas veces mastico la comida, pero estoy seguro que muy pocas, pero como bien habéis dicho es cosa también del ritmo de vida que llevamos muchas veces.

Andybel dijo...

.-IGNIGO: Yo sí me he parado a contar las veces que masticaba; y te aseguro que no eran más de dos o tres mascadas.

.-No, si ya te digo, como los pavos...

.-Saludos.

Martín Grosz dijo...

Hola, Andybel! Como verás, me estoy poniendo al día con tu blog. Nunca me había detenido a pensar en las ventajas corporales de comer lento y masticar bien, pero por suerte siempre tendí a comer más lento que el resto de la gente, a un punto tal que más de una vez los demás terminan y yo ni llegué a la mitad del plato. Debería haber más conciencia sobre este punto. Estoy seguro que, como tú dices, tiene que ver con el ritmo acelerado al que muchos viven. Saludos!

Andybel dijo...

.-MARTÍN: ¡Enhorabuena por tu forma natural de masticar...!

.-Es bueno que el ritmo de vida que llevamos no afecte a tu forma de masticar y de comer con tranquilidad.

.-Saludos.