Para el Niño; nada como un buen paseo

Que hoy ha comido bien, ya le has cambiado dos veces de pañales, le has dado bastantes mimos; y aún así el niño sigue y sigue llorando: no te preocupes, nada mejor que un buen paseo para que se deje de llanto y se relaje hasta el punto de quedarse dormidito.

Seguramente, a los que tenéis bebés, os habrá pasado en más de una ocasión, que vuestra pequeña o pequeño no deja de llorar y no tenéis ni idea de lo que le pasa. Claro, no saben hablar y lloran, pero tú no entiendes ese idioma. Tú te desesperas porque ya crees haber satisfecho todas sus necesidades. Sin embargo, hay una de esas necesidades que casi siempre pasamos por alto y que está demostrado que es fundamental para el buen equilibrio físico y psicológico de nuestro vástago: el paseo diario.

Yo lo he comprobado en la práctica y os aseguro que no suele fallar nunca. Coges al niño y lo colocas en su carrito de paseo. Automáticamente se calla. Claro, sabe que lo vas a sacar a paseo. Lo llevas a la calle y comenzáis el paseo. El niño empieza a cambiar de cara, ahora está contento y empieza a mirar aquí y allá, todo él entretenido. Tú sigues y sigues paseando sin reparar en el paso del tiempo; y cuando te quieres dar cuenta, tu niño se ha quedado completamente dormido y ese estado sigue mientras siga el paseo. Ahora lo único que hay que hacer es procurar que la parada del paseo no sea brusca para no sacarlo del reparador sueñecito que tanto le favorece a él, y por qué no decirlo, también a ti.

No lo dudéis, cuando vuestro hijo no pare de llorar y no sepáis lo que le pasa a pesar de haber hecho por él todo lo habido y por haber; ¡sacadlo a pasear!