20 abril 2008

¿Qué es la guerra?

   Aunque la mayoría de nosotros no hemos vivido ninguna, y a pesar de que en la mayoría de nuestros países eso de los conflictos bélicos, nos queda muy lejos, asentados cómodamente delante de nuestros modernos ordenadores; es cierto que en el mundo actual, hay varios conflictos armados que enfrentan a dos o varios pueblos a la vez, y que podrían ser calificados como de guerra.

   Se puede definir como la forma de conflicto más grave entre dos pueblos o estados; etimológicamente hablando, el término guerra, viene de la palabra germánica "werra" que significa contienda o pelea.

Llegada a la playa de Omaha
   A lo largo de la historia del pensamiento, varios filósofos y militares la han definido con mayor o menor acierto. Siempre me ha gustado una definición del militar prusiano, Carl von Clausewitz, que en su obra De la Guerra, dijo que era "la continuación de la política por otros medios", o cómo dijeron otros, es "hacer la política por las armas"; pero hoy me ha sorprendido leer en el blog El Tirador Solitario, una definición llena de humanismo, expresividad y lógica acerca de lo que es realmente el conflicto bélico, y que fue enunciada por el coronel de la Luftwaffe, Erich Hartmann, al afirmar que "la guerra es un lugar donde jóvenes que no se conocen y no se odian se matan entre sí por la decisión de viejos que se conocen y se odian, pero que no se matan. "

   A lo largo de mi vida, al pensar en las guerras y sus consecuencias, siempre he deseado fervientemente que mis ojos no tuvieran que presenciar los desastres de un conflicto bélico ni las consecuencias de una posguerra. Alguna vez he oido hablar a algún anciano de su experiencia como excombatiente de la Guerra Civil española, y siempre he sentido miedo y horror ante las escenas descritas y ante las secuelas psicológicas de por vida que quedan impresas en la mente de aquel que ha tenido la desgracia de ser testigo presencial de la mayor brutalidad que los seres humanos pueden cometer entre ellos mismos...

   ¿Qué pensáis de la guerra? ¿no es el fracaso del diálogo y la política para resolver nuestros conflictos de intereses?

10 comentarios :

arda dijo...

Estoy de acuerdo con tus oraciones que solicitan que jamás vivamos una guerra ni la postguerra (casi peor que la primera). Pienso que soy afortunada por haber nacido en Catalunya en ese momento histórico. Aunque algo me dice que quizá sí que nos toque vivir una guerra de cerca… ojalá que no.
Particularmente no creo que la violencia sea congénita al ser humano. Sí que la agresividad es una de nuestras capacidades, pero también tenemos la otra parte: la paciencia, la amabilidad, la empatía… Aunque los valores que nos transmiten son más bélicos que pacifistas.
Genial y muy triste, la definición de Hartmann.
Recuerdo que me impresionó muchísimo “El pianista”, me partió el alma y jamás olvidaré esa película, jamás.
Seguramente si no hubiera tanto negocio en la guerra, habría menos guerras.

¡Besotes y gracias por visitar las tierras de arda! ;D

Andybel dijo...

.-ARDA: Encantado de hacerlo por otro lado.

.-También subyace en la guerra así como en todo conflicto, el egocentrismo de pensar que el otro, sea nación o individuo, es peor que nosotros ya que es diferente, y por ello no se entiende con nosotros en la resolución del conflicto, con lo que hay que acudir a la violencia bélica para intentar resolver el problema por narices, vaya.

.-Saludos y gracias a ti también por pasarte por Cosas y Casos.

Ignigo dijo...

Yo tampoco he vivido ninguna guerra, pero admito que por motivos profesionales siempre me ha llamado hacerlo.

Posiblemente a sabiendas que en mi caso sería un viaje de ida y vuelta (o por lo menos es lo que ocurre en la mayoría de los casos quitando algún que otro desgraciado accidente)y amparado (en cierta medida)en la protección que suele ofrecerse a los medios de comunicación (que no siempre es el deseado).

Estuve cerca de acudir a la invasión americana en Irak, pero para cuando me ofrecieron el trabajo ya era tarde para conseguir el visado como reportero, por lo que ya no se me permitía la entrada en el país.

Supongo que después de vivir una cosa así la vida se ve de otra manera.

Ignigo dijo...

Por cierto, espero que no se mal interpreten mis palabras: estoy completamente en contra de la guerra y de la violencia.

Es más, en el servicio militar que tuve que cumplir obligado por el gobierno español me negué a disparar cualquier tipo de arma de fuego, cosa que me costó varios arrestos.

Pero como profesional de la información que soy, me refiero a que ya que desgraciadamente hay guerras, pues que me gustaria acudir a alguna como reportero, nada más.

Ojala no hubiese ninguna y no existiese la profesión de Corresponsal de Guerra, pero desgraciadamente la naturaleza humana le lleva a pelarse con sus semejantes, así que de momento tristemente seguirán existiendo este tipo de conflictos bélicos.

Andybel dijo...

.-IGNIGO: Me imagino que así debe ser como suele pasar con todas aquellas experiencias vitales intensas, algunas traumáticas, que nos hacen cambiar nuestra concepción y perspectiva de la vida y de lo que somos.

.-Yo, personalmente, prefiero no tener que vivir nada que se parezca a la guerra. Lo más parecido en mi vida fue la mili por lo de llevar armas y todo eso más que nada; que no por lo bélico ya que hice un servicio militar que fue como estar en un colegio interno o algo por el estilo...

.-De todos modos, y en contra de tus anhelos, yo no te deseo que vayas a ninguna zona en conflicto bélico como reportero o como cámara profesional; a pesar de que a nivel profesional, o incluso personal, te pudiera resultar muy provechoso y gratificante. Ya sabes, la mayoría de los que van a esos sitios dicen que ojalá no hubieran ido; aunque hayan aprendido mucho de todo...

.-A mí me gusta el cine bélico, pero por los valores que veo reflejados en sus protagonistas, de compañerismo, valor, entereza, sacrificio, disciplina, etc. Ahora bien, cuando me imagino cómo debe ser en realidad padecer todas esas penas, digo, no sé cómo me gusta este tipo de cine, porque ese sufrimiento y esas calamidades mejor sería que no existieran...

.-Saludos y gracias por tus comentarios.

Andybel dijo...

.-IGNIGO: Sí, creo que a veces somos algo utópicos en el sentido de que pensamos en un mundo que no es real porque no es cómo nosotros queremos que sea; pero bueno, ya sabes, si no existieran ideales, muchas de las cosas buenas que disfrutamos no existirían, ya que significaría que nuestros antepasados no habrían luchado por alcanzarlas.

.-Los ideales hacen que luchemos para cambiar el mundo.

.-Yo tampoco quiero que se malinterpreten mis palabras. Cada uno que las interprete cómo quiera; aunque yo quiero dejar claro que en este post hago un análisis humanista del fenómeno bélico y de lo que pienso de él. Por ello, entiendo que los ejércitos deben de existir, y del mismo modo, la fuerza, a veces, también debe de ser aplicada.

.-Desgraciadamente, la violencia engendra más violencia, y al final, no es la solución a ningún problema; sino un problema más del que se derivan millones y millones de problemas... me estoy refiriendo a las temidas posguerras.

.-Desde otra perspectiva, también podríamos reflexionar que si no hubieran existido algunas guerras -se me ocurre ahora mismo, la Guerra Civil española y la II Guerra Mundial-, el mundo, quizás, no sería cómo es ahora y nosotros, no gozaríamos, en este mundo occidental que nos ha tocado vivir, de muchas cosas buenas y deseables como la paz, el comercio, el bienestar, la salud, la longevidad, etc.

.-Ya sabes lo que decían los romanos: "Si pax vis, bellum para" Si quieres la paz, prepara la guerra. No sé, es un tema muy amplio y controvertido que da para miles y miles de reflexiones.

.-Yo en este post lo que pretendo con los comentarios que hago, es abordar el tema desde el máximo número de puntos de vista, siendo objetivo para desarrollar una buena labor periodística y para amplificar mis conceptos y mi visión de las cosas.

.-Eso es lo que deberían de ser los comentarios, una ampliación de lo que el autor del post publica inicialmente, abriendo la conversación en unos casos, e incluso el debate, en otros.

.-Saludos y agur.

Martín Grosz dijo...

La frase de Hartmann es genial, y refleja lo que pasa en casi todas las guerras. Al menos, aquí en Argentina, yo lo he podido comprobar al investigar sobre la guerra de Malvinas. Los que más sufren, y los que peor vuelven (si vuelven), son los jovencitos de entre 18 y 25 años que nada tuvieron que ver en la génesis del conflicto que los hace tomar las armas.

Más allá de eso, y en cuanto al fenómeno de la guerra, hay dos factores que no podemos dejar de considerar entre sus causas: el nacionalismo exacerbado (en los que apoyan la guerra) y la ambición de poder (en quienes la declaran y dirigen).

Por eso, debemos ser muy conscientes de los antídotos para cada una de estas desgracias. Contra el nacionalismo exacerbado (que puede derivar en xenofobia, racismo, etc.), debemos promover el cosmopolitismo: ante todo, somos ciudadanos del mundo, y todo ser humano es nuestro hermano, nuestro compatriota, igual a nosotros en lo esencial.

Y ante la ambición de poder debemos oponer la racionalidad y el diálogo, la convicción de que es mejor conseguir lo que queremos negociando con el otro, y no aniquilándolo. En eso juega un rol importante el comercio: ya conoceréis aquella frase que afirma que por donde pasan las mercancías no transitan los cañones.

Igualmente, no queda otro remedio que justificar la guerra por razones defensivas. Si viene hacia mí un ejército de lunáticos dispuestos a matarme a mí y a mi familia, lamentablemente, las opciones son 2: dejarse morir o tomar las armas en defensa propia. Tómese, por caso, la reacción contra el avance del nazismo.

Por suerte, en Argentina abolieron el Servicio Militar Obligatorio un par de años antes de que a mí me tocara ingresar. Si no hubiera sido así, en estos momentos, en lugar de estar terminando mi carrera universitaria y escribiendo este comentario, me hallaría en un cuartel. Siempre agradezco a la vida por haberme ahorrado semejante experiencia.

Muy complejo y muy interesante el tema, Andybel.

Saludos transatlánticos, desde Caja de Cambios.

Andybel dijo...

.-MARTÍN: Analizando y contestando a tus comentarios, decir que:

1.-En cuanto al cosmopolitismo que apuntas, muy de acuerdo, me identifico plenamente y creo que lo practico esencialmente; sólo es cuestión de actitud y de abrirse a los demás.

2.-En cuanto a la ambición de poder, no estoy de acuerdo porque a pesar de que por donde transitan las mercancías no rugen los cañones, con el comercio y la instauración de un régimen económico determinado, sí puede haber opresión, dominación y manipulación del pueblo o sociedad en cuestión... Aunque claro, sería la solución del mal menor ésta que mencionas, y siempre preferible a la de la guerra, la violencia o el conflicto flagrante.

3.-En cuanto a lo de la mili, me alegro que no la hicieras; yo la hice, me mandaron a Canarias con 19 añitos a más de 3700 kms de mi casa durante un año entero, ni un día más ni un día menos. A nivel personal, fue una experiencia enriquecedora y gratificante pues conocí a mucha gente joven como yo de muy diverso rango social y diversa procedencia geográfica. En cuanto a las repercusiones de mi vida social y profesional dentro del lugar donde había desarrollado mi primera juventud, fueron nefastas pues, en primer lugar, todo cambió en cuanto amigos, relaciones informales, etc. ya que estuve un año entero desconectado de mis ambiente habitual y de mis amigos de toda la vida; en segundo lugar, perdí algún que otro trabajo muy interesante en el que podría haber llegado lejos y que me agradaba por aquellos tiempos, como el empleo como despachante de barcos en una naviera comercial catalana en el puerto de Barcelona, y que no pude conseguir por culpa de mi incorporación al servicio militar.

.-Bueno, cierto, tema que da para muchas ópticas diferentes y diversas.

.-Gracias a todos por vuestras ampliaciones y opiniones al tema inicial propuesto por este blogger.

C.C.Buxter dijo...

Te felicito Andybel, me ha gustado tu entrada y los diferentes puntos de vista que expones en los comentarios, algo raro hoy en día respecto a este tema, que algunos zanjan simplemente diciendo que "la guerra es mala", y se quedan tan anchos.

Para mí la guerra es un fenómeno inherente al ser humano, por lo que mientras haya personas habrá guerras: detrás de la guerra no está sólo la pulsión de la violencia, sino también la ambición, la codicia, la prepotencia... y sobre todo, el instinto de supervivencia.

Yo no me considero pacifista (claro que tampoco militarista), porque el pacifismo te deja en una situación de subordinación y de dependencia hacia el otro. La doctrina de la no violencia de Gandhi es loable, e incluso fue útil porque delante tenía al imperio británico, que después de todo era mínimamente humano, pero de poco habría servido frente a los nazis. El propio Gandhi lo supo, y apoyó al Reino Unido durante la II Guerra Mundial.

También es común decir que "la guerra no sirve de nada"; para mí es falso por dos motivos: 1) hay veces en que sí que sirve: otra cosa es si nos gusta o no para lo que ha servido y, sobre todo, si no se podía conseguir de otro modo; nos guste o no, la época de paz y prosperidad de los últimos cincuenta años en Europa se asienta en los muertos de la II Guerra Mundial; y 2) me parece que es una forma de despreciar a quienes tuvieron la desgracia de vivir la guerra e incluso morir en ella.

Y bueno, iré acabando ya... No veo que sea malo que te guste el cine bélico; una cosa es el placer artístico, y otra la consideración moral. A mí no sólo me gusta el cine bélico, sino que me apasionan los libros de Historia sobre batallas (confesaré, incluso, que tengo batallas preferidas), y eso no significa que ame la guerra.

Por cierto, yo no hice la mili; eso sí, según la ley, estoy en la reserva, preparado para cuando las necesidades de la defensa nacional requieran de mi presencia :P

Andybel dijo...

.-CHARLIE: Cómo te habrá quedado claro, pretendo profundizar en el concepto de guerra; para ello creo indispensable el alcanzar una interesante objetividad de pensamiento y discusión.

.-Si miramos a ciertas doctrinas sociológicas que definen la guerra, algunas nos dicen que son intrínsecamente necesarias si consideramos las sociedades como un todo, un organismo vivo que se desarrolla, llegando al colapso regenerativo, por lo que al fin se hace necesaria una crisis "higiénica" de la sociedad que vendría con la generación de una guerra, que deshace el colapso y da lugar a un nuevo principio en el que se reconstruye otra vez la sociedad, no sólo a nivel material, sino también desde el punto de vista espiritual y de los valores...

.-Ejemplo de estas interpretaciones sociológicas, sería la Guerra Civil española, que ha sido considerada por algunos acólitos de dichas doctrinas, como resultado necesario e inevitable para deshacer el colapso social y político que vivía España en la primera mitad del siglo XX.

.-Evidentemente, no nos podemos quedar en nuestras definiciones con postulados vagos y correctamente políticos, si queremos profundizar en los conceptos y las ideas. Como en todo, nada es del todo bueno o del todo malo; la guerra no queda al margen.

.-Cierto, todos los que murieron en las guerras, sean de un bando o de otro, merecen el respeto máximo de todos nosotros; y es de obligado cumplimiento el considerar la función social que hicieron en el devenir histórico de nuestra civilización.

.-A mí me gusta también mucho el cine bélico, porque no sólo me quedo en el sufrimiento y las calamidades, veo más allá, y percibo las buenas actitudes que surgen del ser humano sometido a esas condiciones bélicas extremas...

.-Yo también tengo algunas batallas que me atraen: por ejemplo el sitio de Alesia por la legión romana, el desembarco de Normandía en la Segunda Guerra Mundial, etc. Me gusta analizarlas y comprender su desarrollo.

.-Saludos, Charlie, también me gustan tus comentarios ya que profundizan en los conceptos.

.-Nos leemos, seguiremos conversando.